
Prístina, con las manos rebozantes de dulzuras
Driante, ofreciendo el cuenco mágico
Ema y el Chamán,
todos en los jardines bajo la cúpula de uvas frescas,
respirando el frescor del verano y el aleteo de la mariposa dorada.
Hacia un nuevo rumbo en búsqueda de misiones imposibles...
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