martes, 21 de julio de 2009

Los mares y las nubes




La amistad tiene sus ritos, el tiempo la arbitrariedad para depositar mojones que señalen los momentos justos donde habrán de emerger los recuerdos y aunarse las manos en ronda. Todas las auras resplandecen para conformar un arco iris, se complementan, danzando, recorren curvas y surcan playas y mesetas, se deslizan suavemente como dirigidas por el sonido del viento y la caricia del mar. Todos los ojos beben del mismo cáliz, copulan bajo la luz del poniente las miradas y las risas ejecutan una música que el mundo reconoce, que late en sus entrañas, en el núcleo antiguo de los tiempos.
Respira Aril, respira… el Este le trae agujetas de sol para enlazar destinos.
Respira y llena su pecho de aire de jardines y verde de eucaliptos.
Ávida inhala el suelo, el agua y el fuego y cierra los ojos para retener cerca de su corazón la palabra que le envían los designios, el susurro de seres celestes que vibran lejanos. Expande su cuerpo de luz convidado de sombras, lo expande como un mar. Quiere ser grano de sal en la matriz de un mundo sin distingos, quiere ser un manto que albergue a todos los perdidos.
Desconocen sus amigos que cuando viene a su encuentro ella es barco de papel a la espera de una ola que comande su destino, que la empuje lejos, hacia donde el amor sea más profundo y los peces la cortejen. Desconocen que su cuerpo vibra como barrilete que quiere ser remontado, bien alto, hasta donde la atmósfera se enfríe, pero sostenido firme al final del cordel por una mano gentil que sepa contenerla cuando lleguen las noches y bramen las tormentas.
Es por eso que ha respondido el llamado de los Argonautas. Para surcar mares de palabras y dejarse salpicar por los sueños.
Si ellos se lo permiten, viajará siempre cerca. A veces sentada a babor, tiñendo los dedos de sus pies en el color de las aguas. Otras, montada en una de sus nubes mágicas, la de color índigo y luz plateada, siempre unida a la proa del Lucero con la fuerza de su alma.




Aril

5 comentarios:

Carina dijo...

Qué lindo Aril... el clima que creaste con este relato.. contaste tan bien esto del encuentro, de como el destino nos va llevando a todos hacia un lugar... Es la primera vez que mi casa se abre así, para mucha gente, así, medio improvisado... y la verdad, me doy cuenta que me gusta recibir gente... la gente que yo quiero, obvio...
Gracias por contar todo así, tan lindo, ya escribirá algo Ema también...
Un besitoooo, te quieroooo

Paco Alonso dijo...

EL SENTIR de buena amistad me trajo hata aquí.
Muy bello poema, te seguire encantado
Saludos

Aril dijo...

Y a nosotros nos encantó recibirte en nuestra comarca, amiga! Ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir, ojalá seas muy feliz con este nuevo comienzo!! Besos***

Aril dijo...

Bienvenido, Paco!! Muchas gracias por tu gentil comentario. Es un placer abrirte la puerta***
Un abrazo

Carina dijo...

me encantó lo de comarca... jejeje
Ojalá a esta comarca venga pronto el príncipe que espero...el dueño de esos ojos infinitos...